Barril de 30 litros.
Amstel Radler está compuesta de un 40% cerveza Amstel y 60% zumo de limón natural, sin aditivos artificiales y apariencia turbia. La mejor alternativa de la clara con limón. La tradición de Radler tiene su origen en Baviera cuando en 1922 miles de ciclistas bajan a un Pub de Munich y el dueño, Franz Xaver Kugler, para no quedarse sin producto mezcla la cerveza con zumo de limón. Nace así una nueva categoría, 'radler' (ciclista en alemán) que gana popularidad inmediata.
2% vol.

Lata de 33 cl.
Cerveza tipo pilsen rubia, con sabor ligero, espuma consistente y moderada graduación. Color dorado y baja fermentación. Cerveza con malta de cebada de primera calidad, toques refrescantes y un lúpulo que le confiere un sabor amargo, seco y aromático perfectamente equilibrado. Una cerveza que se adapta a cualquier ocasión y ahora en formato familiar de lata.
4,6% vol.

Botella de 33 cl.
Color dorado pálido, clara y brillante y con una espuma blanca cremosa y consistente. Se perciben ligeras notas afrutadas a plátano y frutas maduras, con aromas menos intensos a cereal y caramelo y un suave toque de fondo herbal. En boca resulta bien balanceada, con amargor bajo y de final fresco típico de las lager más refrescantes. Cerveza de cuerpo ligero, textura crujiente, fina carbonatación, ideal para acompañar una buena hamburguesa o un picoteo informal.
4,8% vol.

24 botellines retornables de 33 cl.
Cerveza tostada Amstel Oro, una lager 100% malta. El agua, la malta de cebada y el lúpulo seleccionado hacen de Amstel una cerveza altamente apreciada por su inconfundible cuerpo y sabor suave, que combina con una imagen renovada, joven y actual. Su gran adecuación de formatos permite disfrutar de su textura y sabor en cualquier ocasión.
6,2% vol.

Pack de 6 botellas de 25 cl.
Elaborar una 0,0 tostada con plenitud cervecera es todo un reto. La técnica de “fermentación interrumpida” dominada por los Maestros y una receta singular son la clave en la consecución de este reto. En apariencia, color ámbar oscuro con reflejos anaranjados. Sabor dominado por las maltas, bien equilibrados por la presencia de los lúpulos. Un suave dulzor inicial con ligeras notas ácidas, prolongado regusto amargo y final seco.
Sin alcohol.