Según nos dicen desde Alhambra, esta cerveza está hecha como reinterpretación del estilo pilsen bohemio. Está elaborada con uno de los lúpulos aromáticos más exclusivos, el Saaz, que le da esos aromas florales. De color ambar claro e intenso con reflejos rojizos, tiene un aspecto brillante y una espuma cremosa y consistente. Tiene un sabor bastante redondo que consigue un buen equilibrio entre los cereales y el lúpulo, o entre lo amargo y lo dulce. Da una sensación de alcohol mayor a la que en realidad tiene. Se acerca a la fruta madura y algunas notas de caramelo.
6,4% vol.